Desde su primera acogida, esta reordenación no ha hecho más que causar detractores, tanto por parte del alumnado como del profesorado. El proyecto inicial consistía en una reinstitucionalización, de donde se pasaba de 26 facultades a tan solo 17, pero ante la acogida de este proyecto, se ha reorganizado en intentar pasar de 26 a 22 facultades en la universidad madrileña.
La facultad de Filosofía no ha sido la única en boicotear este plan inicial, donde no ha visto la luz el intento de fusión de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, que habría estado compuestas por los distintos grados de Medicina, Enfermería, Odontología y Óptica, y se ha limitado tan solo a una gerencia conjunta entre los grados de Medicina y Enfermería.
Los proyectos de los que aún se hablan en rectorado sobre este Plan Director de Reordenación es la integración de facultades como: Ciencias Políticas y Sociología con Trabajo Social, Ciencias de la Información con Documentación, Ciencias Matemáticas con Estudios Estadísticos y Ciencias Económicas y Empresariales con Comercio y Turismo.
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